Bogotá, D.C., marzo 13 de 2020 – La concejal de la Alianza Verde, Andrea Padilla Villarraga, radicó un proyecto de acuerdo para para prohibir la crianza de gallos y uso para peleas, con el fin de contribuir a subsanar el déficit normativo de protección animal y de eliminar las prácticas especialmente crueles con los animales en Bogotá, tal y como lo ha ordenado la Corte Constitucional.

“De acuerdo con Coljuegos (Empresa Industrial y Comercial del Estado Administradora del Monopolio Rentístico de los Juegos de Suerte y Azar), no existe actualmente ninguna gallera legal en el Distrito Capital. Esto quiere decir que las riñas de gallos que se realizan en Bogotá: son ilegales o se desarrollan en la clandestinidad, no generan ningún tipo de recaudo para el Distrito, no se pueden considerar como una actividad económica formal y no existen cifras sobre cuántas personas las realizan o crían o preparan gallos para este fin”, aseguró la cabildante, quien agregó que la realización de este tipo de actividades no tendrá un impacto importante sobre la economía de la ciudad.

Cabe aclarar que, si bien las peleas de gallos están permitidas a nivel nacional, estas prácticas están regladas por el Acuerdo 009 de 2005 del Consejo Nacional de Juegos de Suerte y Azar y, por lo tanto, deben cumplir con las disposiciones allí contenidas. Ello quiere decir que, para operar legítimamente, las galleras deben pagar los derechos de explotación que allí se mencionan, así como los impuestos y demás tributos aplicables a la actividad. Sin embargo, como ninguna de las galleras que operan en Bogotá cumplen con estas condiciones, no son acreedores de protección legal.

La prohibición contribuye a mejorar la seguridad en la ciudad y a proteger a los menores

Además de ser una práctica extremada e innecesariamente cruel, las peleas de gallos también están asociadas a otras actividades delictivas y a conflictos de convivencia. No existe ninguna gallera legal en el país, por lo que las apuestas que allí tienen lugar contravienen el ordenamiento jurídico y se desarrollan en un ambiente de ilegalidad. Además, es común que en medio de la pelea se produzcan riñas y conflictos entre los asistentes.

Lo anterior se agrava si se tiene en cuenta que a estos eventos suelen asistir menores de edad, quienes son expuestos al consumo de alcohol y drogas y a la violencia contra seres humanos y otros animales.

¿Por qué el Concejo de Bogotá puede prohibir las peleas de gallos, pero no las actividades taurinas?

Las peleas de gallos no están reguladas por la ley. En la sentencia C-666 de 2010 la Corte resaltó la relevancia de ese hecho al afirmar que “las riñas de gallos no tienen un cuerpo normativo que regule todos y cada uno de los aspectos involucrados en su realización, mucho menos en lo relacionado con la protección de los animales que en ellas se utilizan”.

En cambio, las actividades taurinas cuentan con una reglamentación legal, que está contenida en la Ley 916 de 2004. De allí que la Corte Constitucional se haya pronunciado en numerosas ocasiones sobre las actividades taurinas y no sobre las peleas de gallos.

El Concejo de Bogotá es competente para prohibir las peleas de gallos y la crianza de gallos para pelea en el Distrito Capital. Como se explicó anteriormente, la protección animal hace parte del mandato constitucional de proteger el medio ambiente. Por lo tanto, en asuntos de protección animal aplica el principio constitucional y legal de rigor subsidiario, según el cual las entidades territoriales pueden hacer más rigurosa –y no más flexible– la normatividad ambiental.